Devorando elefantes

domingo, 21 de octubre de 2018

República luminosa




"Las situaciones extraordinarias nos obligan siempre a razonar con una lógica distinta", República luminosa, ANDRÉS BARBA.


Es esta una historia muy curiosa, la de 32 niños salvajes que viven en la selva de una ciudad de provincias, San Cristobal, en Sudamérica, y cómo irrumpen en la ciudad en determinados momentos generando así episodios de angustia, incertidumbre, desvelos... Los 32 son un protagonista múltiple, colectivo, que no pierde en ningún caso el valor de unidad; acertado procedimiento para otorgar de una fuerza muy orgánica a la novela. 

En un escenario lleno de cloacas y oscuridad, los chicos consiguen crear un espacio en el que habitar dotado de LUZ. El río y la tierra, dos agentes muy significativos también en la narración, otorgan al texto de ese valor de naturaleza virgen, de asfixia tropical, de extremidad. 

Una historia fascinante, curiosa, inteligente; una crónica reposada y madura de unos hechos aborígenes y espeluznantes, narrada con una contención brillante, exquisita, serena. Sabia. 

"La infancia es más poderosa que la ficción". Vaya que sí. 


domingo, 26 de agosto de 2018

El final del verano


"Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos"FERNANDO PESSOA.


Mujer bajo la lluvia


Ha pasado el verano; como todos estos últimos, se suceden con honestidad. El verano es el tiempo en el que me encuentro a solas conmigo misma y tengo todo el día para ir descubriéndome. Qué largas las horas de estos días secos y ensimismados. 

Había dibujado unos cuantos itinerarios, como acostumbro. M y yo empezamos a caminar sobre ellos; a veces nos cuesta; nuestros pies descalzos no saben muy bien hacia dónde dirigirse. Afortunadamente, vamos de la mano. Eso lo cambia todo y nos convierte en seres más poderosos y carismáticos. 
No sé muy bien qué opinará M, pero yo prefiero el otoño (soy tan pobre a veces que solo hago que elegir). Él nació en verano, por lo que igual conseguimos que él si sea un ser de luz. Yo, sin embargo, soy un ser de agua, y está bien. Me gusta la lluvia y la vida. Y proteger mis huesos del frío y el hielo. 


Espero con ilusión al septiembre de 2018. 

sábado, 16 de junio de 2018

pre-oposición (y yo)


Me encuentro devastada a nivel emocional. Devastada. Sé que la presión por la oposición ha empeorado todo. Por las noches, cuando paro de estudiar porque ya no tiene sentido seguir, entonces me dedico a llorar. A darle el pecho a M y a llorar, como Dios manda. 
Y me acuerdo de aquellos meses siendo M un bebito, en aquella casa tan solitaria, y me acuerdo de todo lo que hemos vivido; te sorprendería saber con qué lujo de detalles guardo muchos de los momentos de este huracán y con qué descaro se me plantan delante, cada día, cada noche, a pesar de cuánto los odio, para recordarme, por si he tenido un atisbo de paz, qué puta es la vida a veces. 
Mi último miedo es con respecto al día del examen; me encuentro tan vulnerable que me da pánico que me de algo, no sé, una especie de colapso emocional en el que estallen todas mis terminaciones nerviosas y me tengan que sacar en camilla del escrito. 

sábado, 26 de mayo de 2018

Fantasmas


Me has hecho daño. Ya vienes tiempo haciéndolo. Fuimos amigas. El tiempo ha pasado entre nosotras. Creo, ahora creo, que a medida que yo crecía, tú te hacías más pequeña; y no has podido soportarlo.

Sé que en tu piel también hay cicatrices y sé de tu amor gigante por los tuyos; ya no soy una de las tuyos, dudo que algún día lo fuese. Qué más da.

Ingenua de mí, te hablé de tu pupilo, y como siempre tan obstinada, no me escuchaste. Atizaste todavía más las cenizas que iban cayendo a tu paso. Poco a poco todo ha ido desmoronándose, como  tus castillos de arena que el mar deshace y arrastra hacia el fondo de sus aguas; porque, déjame decirte, que, desde tu necia pretensión, desde tus opulencias vacuas, no se puede construir nada, de ahí solo nacen fantasmas.Yo trataba de escucharte y entenderte; muchas veces solo pretendía mediar a tu favor y cada vez que lo hacía, me encontraba con tu desprecio; por el mero hecho de despreciarme, por ser yo. 

Tus planes no han funcionado. No pudiste hacerlo de tus dominios. No pudiste ser su protectora. No pudiste entorpecer nuestra indisoluble unión, la unión más pura. Lo más irónico de todo es que ha sido precisamente tu pupilo el que ha destruido tu telaraña. 



Le pido al tiempo que me aleje de ti. 

viernes, 25 de mayo de 2018

"Un novio poeta"


"El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de los que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante"

La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero.









Soñé que me querías. 
Había visto una esquina del armario viejo de aquel pisito frente al mar, ¿recuerdas? Era una mañana cualquiera, lo abría y buscaba un vestido que ponerme para la cena de nuestro aniversario. Era verano. Y yo estaba descansada. 

También hoy he vuelto a ver un pedazo de nosotros en aquella lámina impresionista de Van Gogh, tu pintor favorito. Lucía en aquel salón tan amplio y mediterráneo. Fuimos felices en aquel paraíso. 

Sigues por toda la casa. En el vestidor; cuánto te gustaba el vestidor. Siempre quise dejártelo a ti para así hacerte sentir importante; estaban todas tus camisas, tus zapatos, aquellos gemelos que no estrenaste nunca y tu mochila del monte. Estaba tu olor. 

También te encuentro en la ducha; cuando olvidabas coger una toalla y me llamabas tan bonito para que yo te la acercase.

En aquella cama sí que te tuve. Cuántas cosas hermosas sucedieron allí; en ella pude escuchar muchas de tus palabras ahogadas; sentir tus manos grandes que me recogían en tu regazo y me capturaban. Había mañanas que era imposible salir de ellas.

Fuimos felices. F de felices. 


Nunca he cesado en el empeño de ser tu amante.

Pero hubo una noche, aquella noche tempestuosa de 13 semanas en la que empezó la increíble huida, esa de la que no pudimos escapar; era más fuerte que tú. La escondí durante mucho tiempo, por protegerte, por protegernos... Todavía siento escalofríos cuando la veo. Todavía me hiela y me asusta. Todavía me persigue. 

 Todavía oigo el mar de aquella noche.

lunes, 7 de mayo de 2018

Ventanas



Esta mañana volvemos a ver el mar.

Han sido unos días muy muy difíciles. M. se ha puesto malito. Vivir esto desde nuestra situación, con F. en la "distancia", creo que lo ha convertido todavía en más triste, y lo hemos echado mucho de menos, tanto M. como yo.

Este paréntesis de apiretal y desvelos, nos ha unido más si cabe a mi bebé y a mí. Qué bonita sensación la de sentir que cada día nos queremos más. Cuánto he sufrido de verlo  tan desvalido...

Pero ya parece que ha vuelto a salir el sol; será porque es lunes, nuestro día favorito de la semana y podemos volver a hacer planes; volvemos a soñar con el verano y todo el día para nosotros; volvemos a soñar con el tiempo de descanso; vuelvo a  pensar en sentarme frente al ordenador y volver a la carga; qué carga tan pesada esta de las oposiciones...

Aun así, vamos a mirar por esta ventana y pensar que el horizonte es azul y sereno.

miércoles, 25 de abril de 2018

Cuidados paliativos


Hay días que hay que dedicar a los cuidados paliativos.



M. hoy se despertó inquieto. Apenas hemos dormido. Lloriqueaba y se lastimaba. No puedo verlo así; no estoy acostumbrada porque él siempre se despierta entre sonrisas, y gracias a eso, el día ya es una nueva dicha. Sin embargo, hoy no ha sido así. 

Desde bien temprano he concluido que hoy lo dedicaríamos a besos y abrazos. Son los mejores cuidados paliativos con los que M. y yo contamos. Gracias a ellos, todo vuelve a la normalidad; vuelvo a ser una mujer joven, una mamá primeriza, que pasea con su bebé por las mañanas para tomar el sol; gracias a ellos, vuelvo a ser una profesora de lengua que ha decidido tomar una excedencia para cuidar a su bebé, para disfrutarlo y poder estudiar; gracias a ellos, puedo ir al pediatra como cualquier otra mamá que espera sentada su turno.

Los cuidados paliativos son necesarios para poder vivir. Nos permiten estar sin más contemplaciones. Ellos nos alejan del abandono, de la soledad, de las eternas noches, de las pesadillas, del insomnio y el cansancio, de los domingos en familia. Nos alejan de las madrugadas en las que tenemos que compartir el baño ante el temor de que M., dormidito e inocente,  se caiga de la cama; nos alejan de los viajes en coche por la noche, cuando somos los dos, y tenemos miedo; nos alejan del final del baño, de los vecinos y los compañeros del instituto. 






domingo, 15 de abril de 2018

Lunes

Miguel nació un lunes.





Me gustan los lunes. Creo que son mi día favorito de la semana. Es el día de VOLVER A EMPEZAR, el día que te ilusionas forjando nuevos proyectos, tal vez los mismos renovados. Hay que hacer otra vez la lista de la compra, nuevos víveres. Pides la cita que tenías pendiente y haces ejercicio.  Cuando llega la noche, te encuentras bien, satisfecho. La motivación tiene fuerza suficiente para acompañarte en estas 24 horas llenas de nuevas oportunidades. Los lunes estás más sano. Y más fuerte. Con suerte, renovado.

Me gusta pensar que mi niño nació en este día. El mejor de todos lo lunes. 

domingo, 14 de enero de 2018

ART

Fractal E -Cuerpos fractales-
Míriam Martínez Abellán


"TAKE YOUR BROKEN HEART, MAKE IT INTO ART", Meryl Strepp en su discurso de los Globos de Oro, el 9 de enero de 2017.


Indiscutiblemente, no se me ocurre mejor salida para el dolor que transformarlo en arte y me temo que esto responde al ferviente deseo de inmortalizar, dar vida, otorgar un tiempo, un espacio, a las heridas que nuestros años esculpidos a base de cincel y derrota, abren sobre nuestra piel de cristal. Es como si por fin hallase la razón última de por qué hay vidas que se doblan en cada esquina y qué hacer con cada paso improvisado que tuvimos que dar para salir de aquel desgastado laberinto. 

Escribir me da paz. Ahí reside el sentido de la literatura. Siempre he pensado que las más bellas obras de arte surgen del desasosiego, de la soledad, la incertidumbre, el miedo, la ira. Y el producto final, el objeto artístico, es  la más indulgente y generosa reconciliación que podemos obtener para con las vidas que han sido pintadas de rojo.

A partir de ahí, viene todo lo demás: el perdón, la tranquilidad, el desapego. El olvido. 


Finalmente, cuando observe las paredes de mis adentros, cuando lea los diarios de mi infancia, cuando escuche la melodía con la que me llevaste a pasear y lea todas las notas que escribí pensando en ti, en mí, comprenderé nuestro destino caduco y por qué me empeñé en dibujar una senda para el futuro.